Preparación de la salsa
Coloca la herramienta para batir y el clip auxiliar para remover.
Vierte el aceite de oliva en el bol del aparato y coloca la tapa antisalpicaduras.
Calienta durante 1 minuto a 120ºC sin velocidad, hasta que el aceite esté caliente.
Añade la cebolla, el ajo y los copos guindilla.
Cocina durante 1 minuto a 120ºC, en velocidad 2 de la herramienta de batir hasta que se ablanden.
Incorpora los tomates, la albahaca, la sal y el azúcar.
Cocina durante 45 minutos a 98ºC, en velocidad 3 de la herramienta de batir hasta que la salsa se reduzca a la mitad.
Deja enfriar durante 10 minutos y retira la ramita de albahaca.

Coloca la cuchilla en el accesorio procesador de alimentos.
Pasa la salsa al procesador.
Tritura en modo Pulse hasta obtener una textura homogénea.
Retira el accesorio de la máquina.
Vierte la salsa en un bol y deja enfriar a temperatura ambiente.
Refrigera hasta su uso.

Preparación de la masa
Limpia el bol del aparato y coloca la herramienta para masas.
Añade la harina, la levadura, el azúcar y la sal en el bol y mezcla.
Incorpora el agua y el aceite de oliva, y coloca la tapa antisalpicaduras.
Amasa durante 10 minutos a velocidad 1, hasta obtener una masa homogénea.
Consejo: Si tu aparato dispone de un programa predefinido para amasado, puedes utilizarlo.

Engrasa un bol grande con un poco de aceite.
Pasa la masa a una superficie de trabajo y forma una bola.
Coloca la masa en el bol engrasado y cúbrela con film transparente.
Refrigera durante al menos 8 horas o toda la noche.

Espolvorea ligeramente de harina una bandeja de horno grande.
Divide la masa en dos partes iguales.
Forma una bola con una porción de masa.
Haz lo mismo con la otra bola.
Coloca las bolas de masa en la bandeja, separadas entre sí.
Cubre con un paño de cocina.
Deja reposar durante 2 horas, hasta que dupliquen su tamaño.

Coloca dos bandejas de horno limpias en niveles separados dentro del horno.
Precalienta el horno a 250ºC durante 30 minutos para conseguir una pizza más ligera y crujiente.
Consejo: Si tu horno no alcanza los 250ºC, ajústalo a la temperatura máxima disponible.

Coloca una de las bolas de masa boca abajo sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada.
Con la muñeca, aplana suavemente la masa.
Presiona y estira hasta formar un círculo de aproximadamente 35 cm de diámetro.
Deja un borde de 1 cm alrededor para crear la corteza.
Repite el proceso con la segunda bola de masa.
Coloca una pizza sobre una pala de pizza ligeramente enharinada.
Extiende la mitad de la salsa sobre la masa, sin cubrir el borde.
Añade la mitad de la mozzarella.
Desliza con cuidado la pizza desde la pala sobre una de las bandejas precalentadas.
Repite el mismo proceso con la segunda pizza.
Hornea durante 15 minutos a 250ºC, hasta que la corteza esté dorada, bien cocida y el queso fundido con algunas zonas ligeramente tostadas.
Con la pala de pizza, retira las pizzas del horno.
Corta cada pizza en ocho porciones.

Sirve.