Cómo hacer pasta fresca en casa
Hay algo muy especial en hacer tu propia pasta casera. Aunque la opción de pasta seca (comprada en tienda) nunca es mala, no hay nada como la experiencia de crear tu propia pasta fresca desde cero.
Esta guía te presenta el mundo de la pasta fresca, con los ingredientes y métodos necesarios, además de información sobre cómo guardarla y cocinarla, y la respuesta a algunas preguntas comunes. Además, te ofrecemos una selección de deliciosas recetas para que experimentes tú mismo la elaboración de pasta una vez que conozcas los conceptos básicos.
¿Por qué hacer pasta casera?
Preparar la propia pasta casera es una de esas cosas que al principio puede parecer algo difícil, pero mucha gente piensa que, una vez que se ha aprendido, la recompensa es grande.
Aprender a hacer pasta fresca es muy gratificante para cualquier amante de la gastronomía, y deja un gran sentimiento de orgullo, especialmente al ver el entusiasmo de la familia o los amigos ante un tazón de ravioles, tortelli o espaguetis hechos en casa.
Aprender a hacer pasta fresca es muy gratificante para cualquier amante de la gastronomía, y deja un gran sentimiento de orgullo, especialmente al ver el entusiasmo de la familia o los amigos ante un tazón de ravioles, tortelli o espaguetis hechos en casa.
Además, el proceso de hacerlo ya es agradable. Es una de esas experiencias relajantes y terapéuticas que hacen que cocinar sea gratificante, además de desarrollar toda una nueva serie de habilidades culinarias.
Una vez que se dominan los conceptos básicos, uno se siente tentado a experimentar y a divertirse haciéndolo.
Además de la receta de pasta estándar, puedes desarrollar tu creatividad, como un auténtico chef casero, con diferentes ingredientes naturales para dar a la pasta una variedad de colores. La tinta de calamar se utiliza para teñir la pasta de negro; la espinaca la vuelve verde; la pasta de tomate le da un tono naranja; y la remolacha da como resultado un vibrante color morado.
Y añadiendo esos ingredientes a la masa, también se prueban diferentes sabores. Otras cosas que vale la pena probar:
Hierbas recién picadas, como albahaca, perejil o menta
Especias molidas, como cúrcuma, chile o pimentón
Pimientos asados
Cacao en polvo
Una vez que se dominan los conceptos básicos, uno se siente tentado a experimentar y a divertirse haciéndolo.
Además de la receta de pasta estándar, puedes desarrollar tu creatividad, como un auténtico chef casero, con diferentes ingredientes naturales para dar a la pasta una variedad de colores. La tinta de calamar se utiliza para teñir la pasta de negro; la espinaca la vuelve verde; la pasta de tomate le da un tono naranja; y la remolacha da como resultado un vibrante color morado.
Y añadiendo esos ingredientes a la masa, también se prueban diferentes sabores. Otras cosas que vale la pena probar:
Hierbas recién picadas, como albahaca, perejil o menta
Especias molidas, como cúrcuma, chile o pimentón
Pimientos asados
Cacao en polvo
La creatividad no tiene por qué detenerse aquí, ya que también puedes probar una variedad de diferentes formas de pasta. Desde las largas cintas de tagliatelle o fettucine, hasta las formas más intrincadas de los fusilli, casarecce o silatelli.
Los moldes elaboradores de pasta, y los accesorios cortadores y moldeadores de tu batidora te harán la tarea más fácil y rápida.
Los moldes elaboradores de pasta, y los accesorios cortadores y moldeadores de tu batidora te harán la tarea más fácil y rápida.
La razón principal para hacer la propia pasta es que así sabrás todos los ingredientes que usas. De este modo, puedes experimentar con diferentes harinas o usar huevos de tu granja local favorita. Además, si añades nuevos sabores o colores, puedes obtenerlos de un proveedor de confianza o quizá de tu propio huerto.
Ingredientes para pasta casera
En relación con la pasta casera, hay dos cosas muy buenas sobre ella: solo se necesitan tres ingredientes: harina, huevos y sal; es probable que ya los tengas en la despensa o en la nevera.
Las diferentes recetas varían solo ligeramente y, como verás a continuación, algunas llevan ingredientes opcionales como aceite de oliva (que también puede ayudar a unir la masa) o sémola.
En cuanto a la harina, algunas recetas simplemente utilizan harina común, mientras que otras sugieren usar el “tipo 00”. Esta es una harina blanca fina italiana, que se usa especialmente para hacer pasta fresca. Se encuentra comúnmente en los principales supermercados, pero seguro la encontrarás en tu delicatessen italiano favorito o a través de Internet.
Además, mucha gente experimenta con mezclas de harinas. Por ejemplo, con una mezcla de “00” y harina de sémola, la pasta es más robusta que con la más delicada “00” pura. Dependiendo del tipo de salsa que pienses utilizar, es posible que quieras probar una combinación diferente.
Las diferentes recetas varían solo ligeramente y, como verás a continuación, algunas llevan ingredientes opcionales como aceite de oliva (que también puede ayudar a unir la masa) o sémola.
En cuanto a la harina, algunas recetas simplemente utilizan harina común, mientras que otras sugieren usar el “tipo 00”. Esta es una harina blanca fina italiana, que se usa especialmente para hacer pasta fresca. Se encuentra comúnmente en los principales supermercados, pero seguro la encontrarás en tu delicatessen italiano favorito o a través de Internet.
Además, mucha gente experimenta con mezclas de harinas. Por ejemplo, con una mezcla de “00” y harina de sémola, la pasta es más robusta que con la más delicada “00” pura. Dependiendo del tipo de salsa que pienses utilizar, es posible que quieras probar una combinación diferente.
Equipos caseros para pasta
Como con muchas cosas en la cocina, muchos métodos básicos solo requieren un equipo mínimo, pero usar el aparato de cocina adecuado siempre hará que las cosas sean más rápidas y fáciles.
Para hacer pasta casera completamente a mano, solo necesitas una tabla grande para cortar, un tenedor, un rodillo, envoltura reutilizable y un cuchillo bien afilado.
Un paso más allá es utilizar un elaborador de pasta mecánico para aplastar la masa hasta el grosor deseado.
Para acelerar la parte de elaboración de la masa, usa un procesador de alimentos en lugar del tenedor.
Otra opción que te facilita hacer la masa es usar un robot de cocina. No solo acelera el proceso de mezcla de la masa, sino que también dispone de una variedad de accesorios útiles para la pasta, como cortadores, moldeadores y rodillos.
Una última pieza opcional del equipo es una rejilla de secado para la pasta. Estas son típicamente de madera, y le dan un toque hogareño a la cocina con las cintas de pasta fresca secándose.
Un paso más allá es utilizar un elaborador de pasta mecánico para aplastar la masa hasta el grosor deseado.
Para acelerar la parte de elaboración de la masa, usa un procesador de alimentos en lugar del tenedor.
Otra opción que te facilita hacer la masa es usar un robot de cocina. No solo acelera el proceso de mezcla de la masa, sino que también dispone de una variedad de accesorios útiles para la pasta, como cortadores, moldeadores y rodillos.
Una última pieza opcional del equipo es una rejilla de secado para la pasta. Estas son típicamente de madera, y le dan un toque hogareño a la cocina con las cintas de pasta fresca secándose.
Si utilizas el robot de cocina para hacer pasta fresca, ahorrarás tiempo y esfuerzo, y con menos desorden en la cocina que si la hicieras a mano.
Cómo hacer pasta en un robot de cocina
Estos son los pasos a seguir:
1. Para empezar, acopla el gancho de amasar en la batidora de vaso y añade los ingredientes en el bol (dependiendo de la receta de pasta).
2. Pon la velocidad 2 y mezcla durante unos 3 minutos. La idea es obtener una mezcla algo desmenuzada pero que siga estando húmeda. Si se seca demasiado, añade una cucharada o dos de agua; y si está demasiado pegajosa, un poco más de harina.
3. Saca la mezcla del recipiente, colócala en una tabla grande con harina y amásala a mano hasta que se ponga suave.
4. Con las manos, forma una bola con la masa, envuélvela y déjala reposar a temperatura ambiente durante al menos 15 minutos (si estás haciendo alguna otra cosa, puedes dejarla reposar hasta 2 horas)
5. A continuación, es el momento de convertir la masa en láminas de pasta. Ve aplastándola con un rodillo hasta obtener una forma de disco ovalado plano. Coge el disco aplanado y pásalo por el accesorio del rodillo de pasta de la batidora, cambiando el ajuste de 1 a 6 o 7 para obtener el grosor adecuado (normalmente entre 1 y 2 mm). La masa se puede aplanar con un rodillo de mano o a máquina, pero, una vez que hayas utilizado el accesorio del robot de cocina, verás lo fácil que es. Como alternativa, puedes seguir aplanando con el rodillo de mano.
6. Una vez que tengas las láminas de pasta, las puedes cortar de distintos anchos con los diferentes cortadores de pasta para hacer lasaña, espagueti, trenette o fettuccine o, si lo deseas, puedes cortarlas a mano. También puedes seguir el mismo procedimiento para hacer pasta rellena, como ravioles o tortellini.
7. El último paso es secar la pasta durante unos 30 minutos, en una rejilla o haciendo “nidos”.
1. Para empezar, acopla el gancho de amasar en la batidora de vaso y añade los ingredientes en el bol (dependiendo de la receta de pasta).
2. Pon la velocidad 2 y mezcla durante unos 3 minutos. La idea es obtener una mezcla algo desmenuzada pero que siga estando húmeda. Si se seca demasiado, añade una cucharada o dos de agua; y si está demasiado pegajosa, un poco más de harina.
3. Saca la mezcla del recipiente, colócala en una tabla grande con harina y amásala a mano hasta que se ponga suave.
4. Con las manos, forma una bola con la masa, envuélvela y déjala reposar a temperatura ambiente durante al menos 15 minutos (si estás haciendo alguna otra cosa, puedes dejarla reposar hasta 2 horas)
5. A continuación, es el momento de convertir la masa en láminas de pasta. Ve aplastándola con un rodillo hasta obtener una forma de disco ovalado plano. Coge el disco aplanado y pásalo por el accesorio del rodillo de pasta de la batidora, cambiando el ajuste de 1 a 6 o 7 para obtener el grosor adecuado (normalmente entre 1 y 2 mm). La masa se puede aplanar con un rodillo de mano o a máquina, pero, una vez que hayas utilizado el accesorio del robot de cocina, verás lo fácil que es. Como alternativa, puedes seguir aplanando con el rodillo de mano.
6. Una vez que tengas las láminas de pasta, las puedes cortar de distintos anchos con los diferentes cortadores de pasta para hacer lasaña, espagueti, trenette o fettuccine o, si lo deseas, puedes cortarlas a mano. También puedes seguir el mismo procedimiento para hacer pasta rellena, como ravioles o tortellini.
7. El último paso es secar la pasta durante unos 30 minutos, en una rejilla o haciendo “nidos”.
Cómo hacer pasta a mano
Una alternativa al robot de cocina para hacer la pasta es hacerlo todo a mano.
Para hacerlo así:
1. Haz un montículo con la harina en la tabla o superficie de trabajo. Haz un pocillo en el centro y añade a la harina los demás ingredientes, rompiendo los huevos con un tenedor.
2. Mezcla los ingredientes con las manos hasta tener una bola de masa áspera
1. Haz un montículo con la harina en la tabla o superficie de trabajo. Haz un pocillo en el centro y añade a la harina los demás ingredientes, rompiendo los huevos con un tenedor.
2. Mezcla los ingredientes con las manos hasta tener una bola de masa áspera
3. Amasa la masa hasta que quede suave; esto puede tardar entre 8 y 10 minutos, más de lo que tardaría si usas un robot de cocina.
4. Envuelve la masa y déjala reposar a temperatura ambiente durante unos 30 minutos.
4. Envuelve la masa y déjala reposar a temperatura ambiente durante unos 30 minutos.
5. Corta la masa en trozos (dependiendo de la cantidad que haya hecho) y aplana cada uno de ellos con un rodillo hasta un grosor de entre 1 y 2 mm.
6. Con un cuchillo afilado, córtalos en “cintas” de diferentes anchos, dependiendo del tipo de pasta que quieras hacer (por ejemplo, tagliatelle, pappardelle o fettuccine). Ve espolvoreando con un poco de harina para evitar que se peguen.
7. Por último, seca la pasta en una rejilla o en “nidos” separados.
6. Con un cuchillo afilado, córtalos en “cintas” de diferentes anchos, dependiendo del tipo de pasta que quieras hacer (por ejemplo, tagliatelle, pappardelle o fettuccine). Ve espolvoreando con un poco de harina para evitar que se peguen.
7. Por último, seca la pasta en una rejilla o en “nidos” separados.
Cómo cocinar pasta fresca
Una vez elaborada la pasta, es hora de cocinarla para poder disfrutar de ella.
Al cocinar pasta fresca, la clave es recordar que el tiempo de cocción es mucho más corto en comparación con el que necesita la pasta seca.
Dependiendo del grosor, se pueden cocinar muchos tipos de pasta “al dente” en tan solo 15 segundos, en vez de durar unos 2-3 minutos.
Para cocinar la pasta, simplemente échala en una olla grande de agua hirviendo con sal. Echa la pasta y revuelve suavemente hasta que vuelva a hervir. En ese momento empieza a medir la duración de cocción.
Una vez cocinada, escurre la pasta inmediatamente y sírvela lo antes posible.
Al cocinar pasta fresca, la clave es recordar que el tiempo de cocción es mucho más corto en comparación con el que necesita la pasta seca.
Dependiendo del grosor, se pueden cocinar muchos tipos de pasta “al dente” en tan solo 15 segundos, en vez de durar unos 2-3 minutos.
Para cocinar la pasta, simplemente échala en una olla grande de agua hirviendo con sal. Echa la pasta y revuelve suavemente hasta que vuelva a hervir. En ese momento empieza a medir la duración de cocción.
Una vez cocinada, escurre la pasta inmediatamente y sírvela lo antes posible.
Conservación de la pasta fresca
Como su nombre indica, la pasta fresca se degusta mejor poco después de haberla hecho. Ponla en un recipiente hermético y cocínala en un plazo de dos días.
La buena noticia es que puedes congelar la pasta fresca sin cocinar hasta un mes.
Una vez cocinada, es probable que siga estando buena al día siguiente, en caso de que no la consumas toda o que hayas hecho demasiada para una sola comida.
Como su nombre indica, la pasta fresca se degusta mejor poco después de haberla hecho. Ponla en un recipiente hermético y cocínala en un plazo de dos días. La buena noticia es que puedes congelar la pasta fresca sin cocinar hasta un mes. Una vez cocinada, es probable que siga estando buena al día siguiente, en caso de que no la consumas toda o que hayas hecho demasiada para una sola comida.
Elaborar la propia pasta fresca invita a volver a probar algunos platos favoritos, o a empezar a crear tus propios platos favoritos para la familia. También puedes poner a prueba tus habilidades creativas incorporando diversos sabores. Y la creatividad se vuelve aún más emocionante con la amplia variedad de recetas de pasta fresca para probar y disfrutar.
Las recetas de pasta son muy flexibles, y ofrecen gran variedad de opciones sin necesidad de incluir carne, desde el clásico espagueti a la boloñesa hasta el más complejo tortelloni con parmesano, prosciutto y ricotta y pesto de guisantes.
Esta es una pequeña selección de nuestros favoritos:
Carbonara
El espagueti alla carbonara es otra receta de pasta clásica. Son espaguetis frescos con queso parmesano agrio, panceta ahumada y huevos, más un sabor añadido de ajo, pimienta negra y aceite de oliva.
Obtén la receta
Obtén la receta
Lasaña en rollos de pollo con pesto
Esta es una receta de lasaña diferente. La salsa ragú de carne de res, que se usa con frecuencia, se sustituye aquí por los ingredientes principales de pollo, calabaza y pesto verde.
Obtén la receta
Obtén la receta
Pasta de tinta de calamar con vieiras
Esta receta no solo destaca por la atractiva combinación de vieiras, chile, ajo y aceite de oliva, sino también por el vibrante color negro de la pasta, cortesía de la tinta de calamar. El fettuccine es la pasta favorita para hacer este plato.
Obtén la receta
Obtén la receta
Espinacas y tortellini de ricotta
Una receta para los amantes de la pasta rellena, con una exquisita combinación de espinaca y queso ricotta. Pero lo que da más vida a este plato es el toque de nuez moscada rallada y las hojas de salvia picadas.
Obtén la receta
Obtén la receta
Raviolis de cangrejo
Otra receta con pasta, esta vez raviolis, y el relleno una combinación de cangrejo blanco, ricotta y migas de pan. Entre los sabores, limón, perejil, eneldo y salvia.
Obtén la receta
Obtén la receta
Preguntas frecuentes sobre elaboración de pasta
Esperamos que este artículo te haya dado suficiente información sobre cómo hacer tu propia pasta. A continuación te ofrecemos brevemente la respuesta a algunas preguntas frecuentes.
¿Qué harina es mejor para hacer pasta?
Está ampliamente aceptado que el mejor tipo de harina para hacer pasta fresca es el ‘00’.
Es una harina blanca, en la que el número de ceros indica la textura: la harina de un solo cero (“0”) es gruesa y la de triple cero (“000”), fina. El doble cero (“00”) es un valor intermedio.
Como ya mencionamos, hoy en día puede encontrar harina “00” en los principales supermercados, tiendas italianas de delicatessen y tiendas especializadas en alimentos, así como por Internet.
¿Deberías usar huevos o agua en la masa para la pasta fresca?
A menos que vaya a preparar una pasta vegana, los huevos son la opción preferida, ya que aportan humedad a la pasta.
Los huevos ayudan a formar gluten para una buena estructura y forma, además de aportar grasa, que hace la pasta más suave y sedosa.
Hay algunas recetas de pasta fresca que utilizan agua en lugar de huevos. Según parece, datan de los tiempos de racionamiento tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los huevos escaseaban.
Selección de la forma de pasta correcta
Una de las grandes cosas de la pasta es la gran variedad de formas que se le puede dar. Así que puedes pasar horas de entretenimiento en la cocina experimentando.
Para emparejar la forma de pasta con la salsa adecuada, hay algunas pautas generales a seguir:
| Forma de la pasta | Tipo de pasta | Salsa ideal |
|---|---|---|
| Larga y delgada | Espaguetis, linguine, vermicelli, bucatini, cabello de ángel, reinette y fideos | Salsas de tomate, crema o a base de aceite |
| Cintas largas | Lasaña, pappardelle, tagliatelle, fettuccine | Salsas ricas en carne o cremosas |
| Tubos | Penne, rigatoni, macarrones, tubini, penne rigate, ziti | Salsas de verduras, boloñesa, ragú |
| Rizos | Fusilli, rotini, campanelle, gemelli | Salsas ligeras y suaves, incluido pesto |
| Conchas | Conchiglie, pipe rigate, cavatelli | Salsas de carne o crema espesa |
| Pasta rellena | Tortellini, ravioli o tortelloni | Salsas ligeras de mantequilla o aceite |
| Formas pequeñas | Orzo, anelli, orecchiette, tripolini | Sopas, guisos, estofados o ensaladas de pasta |
Los accesorios de molde elaborador de pasta para robots de cocina son muy útiles, ya que pueden ayudar a crear fácilmente formas diversas.
¿Se puede congelar la pasta fresca sin cocinar?
Si lo necesitas, puedes congelar la pasta fresca sin cocinar.
Una vez elaborada, déjala secar unos 15-30 minutos y guárdala en un recipiente hermético en el congelador. Como alternativa, puedes congelar la masa antes de enrollarla y cortarla, y sacarla cuando necesites hacer una comida fácil pero impresionante.
Al igual que la mayoría de los alimentos congelados, es mejor consumirla lo antes posible, por lo que muchos sugieren no congelarla durante más de un mes.
Puedes descongelarla dejándola unas horas en la nevera, aunque hay quienes la cocinan congelada. Vigila el tiempo de cocción, ya que necesitará un poco más de tiempo, pero sin llegar a cocinarla en exceso.
¿Listo para hacer tu propia pasta? Comienza con Kenwood.
Preparar la propia pasta fresca es una de esas habilidades muy gratificantes de aprender, que además te permite experimentar con una amplia gama de formas, colores y sabores.
Al principio tendrás que aprender algunas cosas, pero con un aparato como el robot de cocina se te hará fácil y rápido.
Además hay una emocionante variedad de recetas para probar y, lo que es más importante, disfrutar comiendo. Algunas otras tentaciones:
Tagliatelle de calabacín con tomate